lunes, 16 de noviembre de 2015

¿Qué es el software libre?




Definición de software libre

La definición de software libre estipula los criterios que se tienen que cumplir para que un programa sea considerado libre. De vez en cuando modificamos esta definición para clarificarla o para resolver problemas sobre cuestiones delicadas. Más abajo en esta página, en la sección Historial, se puede consultar la lista de modificaciones que afectan la definición de software libre.
«Software libre» es el software que respeta la libertad de los usuarios y la comunidad. A grandes rasgos, significa que los usuarios tienen la libertad de ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, modificar y mejorar el software. Es decir, el «software libre» es una cuestión de libertad, no de precio. Para entender el concepto, piense en «libre» como en «libre expresión», no como en «barra libre». En inglés a veces decimos «libre software», en lugar de «free software», para mostrar que no queremos decir que es gratuito.
Promovemos estas libertades porque todos merecen tenerlas. Con estas libertades, los usuarios (tanto individualmente como en forma colectiva) controlan el programa y lo que este hace. Cuando los usuarios no controlan el programa, decimos que dicho programa «no es libre», o que es «privativo». Un programa que no es libre controla a los usuarios, y el programador controla el programa, con lo cual el programa resulta ser un instrumento de poder injusto.
Un programa es software libre si los usuarios tienen las cuatro libertades esenciales:
  • La libertad de ejecutar el programa como se desea, con cualquier propósito (libertad 0).
  • La libertad de estudiar cómo funciona el programa, y cambiarlo para que haga lo que usted quiera (libertad 1). El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello.
  • La libertad de redistribuir copias para ayudar a su prójimo (libertad 2).
  • La libertad de distribuir copias de sus versiones modificadas a terceros (libertad 3). Esto le permite ofrecer a toda la comunidad la oportunidad de beneficiarse de las modificaciones. El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello.
Un programa es software libre si otorga a los usuarios todas estas libertades de manera adecuada. De lo contrario no es libre. Existen diversos esquemas de distribución que no son libres, y si bien podemos distinguirlos en base a cuánto les falta para llegar a ser libres, nosotros los consideramos contrarios a la ética a todos por igual.
En cualquier circunstancia, estas libertades deben aplicarse a todo código que se planee usar o hacer que otros lo usen. Tomemos por ejemplo un programa A que automáticamente ejecuta un programa B para que realice alguna tarea. Si se tiene la intención de distribuir A tal cual, esto implica que los usuarios necesitarán B, de modo que es necesario considerar si tanto A como B son libres. No obstante, si se piensa modificar A para que no haga uso de B, solo A debe ser libre y se puede ignorar B.
En el resto de esta página tratamos algunos puntos que aclaran qué es lo que hace que las libertades específicas sean adecuadas o no.
La libertad para distribuir (libertades 2 y 3) significa que usted tiene la libertad para redistribuir copias con o sin modificaciones, ya sea gratuitamente o cobrando una tarifa por la distribución, a cualquiera en cualquier parte. Ser libre de hacer esto significa, entre otras cosas, que no tiene que pedir ni pagar ningún permiso para hacerlo.
También debe tener la libertad de hacer modificaciones y usarlas en privado para su propio trabajo o pasatiempo, sin siquiera mencionar que existen. Si publica sus cambios, no debe estar obligado a notificarlo a nadie en particular, ni de ninguna manera en particular.
La libertad de ejecutar el programa significa que cualquier tipo de persona u organización es libre de usarlo en cualquier tipo de sistema de computación, para cualquier tipo de trabajo y finalidad, sin que exista obligación alguna de comunicarlo al programador ni a ninguna otra entidad específica. En esta libertad, lo que importa es el propósito del usuario, no el del programador. Usted como usuario es libre de ejecutar el programa para alcanzar sus propósitos, y si lo distribuye a otra persona, también esa persona será libre de ejecutarlo para lo que necesite; usted no tiene el derecho de imponerle sus propios objetivos a la otra persona.
La libertad de ejecutar el programa como se desea significa que al usuario no se le prohíbe o no se le impide hacerlo. No tiene nada que ver con el tipo de funcionalidades que el programa posee ni con el hecho de que el programa sea o no sea útil para lo que se quiere hacer.
La libertad de redistribuir copias debe incluir las formas binarias o ejecutables del programa, así como el código fuente, tanto para las versiones modificadas como para las que no lo estén. (Distribuir programas en forma de ejecutables es necesario para que los sistemas operativos libres se puedan instalar fácilmente). Resulta aceptable si no existe un modo de producir un formato binario o ejecutable para un programa específico, dado que algunos lenguajes no incorporan esa característica, pero debe tener la libertad de redistribuir dichos formatos si encontrara o programara una forma de hacerlo.
Para que las libertades 1 y 3 (realizar cambios y publicar las versiones modificadas) tengan sentido, usted debe tener acceso al código fuente del programa. Por consiguiente, el acceso al código fuente es una condición necesaria para el software libre. El «código fuente» ofuscado no es código fuente real y no cuenta como código fuente.
La libertad 1 incluye la libertad de usar su versión modificada en lugar de la original. Si el programa se entrega unido a un producto diseñado para ejecutar versiones modificadas por terceros, pero rechaza ejecutar las suyas —práctica conocida como «tivoización» o «bloqueo», o (según la terminología perversa de quienes lo practican) «arranque seguro»—, la libertad 1 se convierte en una vana simulación más que una realidad práctica. Estos binarios no son software libre, aun cuando se hayan compilado a partir de un código fuente libre.
Una manera importante de modificar el programa es agregándole subrutinas y módulos libres ya disponibles. Si la licencia del programa especifica que no se pueden añadir módulos que ya existen y que están bajo una licencia apropiada, por ejemplo si requiere que usted sea el titular del copyright del código que desea añadir, entonces se trata de una licencia demasiado restrictiva como para considerarla libre.
La libertad 3 incluye la libertad de publicar sus versiones modificadas como software libre. Una licencia libre también puede autorizar otras formas de publicación; en otras palabras, no tiene que ser una licencia con copyleft. No obstante, una licencia que requiera que las versiones modificadas no sean libres, no se puede considerar libre.
Para que estas libertades sean reales, deben ser permanentes e irrevocables siempre que usted no cometa ningún error; si el programador del software tiene el poder de revocar la licencia, o de añadir restricciones a las condiciones de uso en forma retroactiva, sin que haya habido ninguna acción de parte del usuario que lo justifique, el software no es libre.
Sin embargo, ciertos tipos de reglas sobre la manera de distribuir software libre son aceptables, cuando no entran en conflicto con las libertades principales. Por ejemplo, el copyleft , definido muy resumidamente, es la regla en base a la cual, cuando redistribuye el programa, no se puede agregar restricciones para denegar a los demás las libertades principales. Esta regla no entra en conflicto con las libertades principales, más bien las protege.
En el proyecto GNU usamos el copyleft para proteger legalmente las cuatro libertades para todos. Creemos que existen razones importantes por las que es mejor usar el copyleft. De todos modos, el software libre sin copyleft también es ético. Véase en categorías del software libre una descripción de la relación que existe entre el «software libre», «software con copyleft» y otros tipos de software.
«Software libre» no significa que «no es comercial». Un programa libre debe estar disponible para el uso comercial, la programación comercial y la distribución comercial. La programación comercial de software libre ya no es inusual; el software libre comercial es muy importante. Puede haber pagado dinero para obtener copias de software libre, o puede haber obtenido copias sin costo. Pero sin tener en cuenta cómo obtuvo sus copias, siempre tiene la libertad de copiar y modificar el software, incluso de vender copias.
Si una modificación constituye o no una mejora, es un asunto subjetivo. Si su derecho a modificar un programa se limita, básicamente, a modificaciones que alguna otra persona considera una mejora, el programa no es libre.
No obstante, eventuales reglas sobre cómo empaquetar una versión modificada son aceptables si no limitan substancialmente su libertad para publicar versiones modificadas, o su libertad para hacer y usar versiones modificadas en privado. Así, es aceptable que una licencia le obligue a cambiar el nombre de la version modificada, eliminar el logotipo o identificar sus modificaciones como suyas. Son aceptables siempre y cuando esas obligaciones no sean tan agobiantes que le dificulten la publicación de las modificaciones. Como ya está realizando otras modificaciones al programa, no le supondrá un problema hacer algunas más.
Las reglas del tipo «si pone a disposición su versión de este modo, también debe hacerlo de este otro modo» también pueden ser, bajo la misma condición, admisibles. Un ejemplo de una regla admisible sería alguna que requiera que, si usted ha distribuido una versión modificada y uno de los programadores anteriores le solicita una copia, usted deba enviársela (tenga en cuenta que tal regla le sigue permitiendo optar por distribuir o no distribuir su versión). Las reglas que obligan a suministrar el código fuente a los usuarios de las versiones publicadas también son admisibles.
Un problema particular se presenta cuando la licencia requiere que a un programa se le cambie el nombre con el cual será invocado por otros programas. De hecho este requisito dificulta la publicación de la versión modificada para reemplazar al original cuando sea invocado por esos otros programas. Este tipo de requisitos es aceptable únicamente cuando exista un instrumento adecuado para la asignación de alias que permita especificar el nombre del programa original como un alias de la versión modificada.
En algunos casos las normas de control de exportación y las sanciones comerciales impuestas por el Gobierno pueden limitar la libertad de distribuir copias de los programas a nivel internacional. Los desarrolladores de software no tienen el poder de eliminar o pasar por alto estas restricciones, pero lo que sí pueden y deben hacer es rehusar imponerlas como condiciones para el uso del programa. De este modo, las restricciones no afectarán las actividades ni a las personas fuera de las jurisdicciones de tales Gobiernos. Por tanto, las licencias de software libre no deben requerir la obediencia a ninguna norma de exportación que no sea trivial como condición para ejercer cualquiera de las libertades esenciales.
La mera mención de la existencia de normas de exportación, sin ponerlas como condición de la licencia misma, es aceptable ya que esto no restringe a los usuarios. Si una norma de exportación es de hecho trivial para el software libre, ponerla como condición no constituye un problema real; sin embargo, es un problema potencial ya que un futuro cambio en la ley de exportación podría hacer que el requisito dejara de ser trivial y que el software dejara de ser libre.
Una licencia libre no puede exigir la conformidad con la licencia de un programa que no es libre. Así, por ejemplo, si una licencia requiere que se cumpla con las licencias de «todos los programas que se usan», en el caso de un usuario que ejecuta programas que no son libres este requisito implicaría cumplir con las licencias de esos programas privativos, lo cual hace que la licencia no sea libre.
Es aceptable que una licencia especifique la jurisdicción de competencia o la sede para la resolución de conflictos, o ambas cosas.
La mayoría de las licencias de software libre están basadas en el copyright, y existen límites en los tipos de requisitos que se pueden imponer a través del copyright. Si una licencia basada en el copyright respeta la libertad en las formas antes mencionadas, es poco probable que surja otro tipo de problema que no hayamos anticipado (a pesar de que esto ocurre ocasionalmente). Sin embargo, algunas licencias de software libre están basadas en contratos, y los contratos pueden imponer un rango mucho más grande de restricciones. Esto significa que existen muchas maneras posibles de que tal licencia sea inaceptablemente restrictiva y que no sea libre.
Nos resulta imposible enumerar todas las formas en las que eso puede suceder. Si una licencia basada en un contrato restringe al usuario de un modo que no se puede hacer con las licencias basadas en el copyright, y que no está mencionado aquí como legítimo, tendremos que analizar el caso, y probablemente concluyamos que no es libre.
Cuando se habla de software libre, es mejor evitar usar términos como «regalar» o «gratuito», porque dichos términos implican que el asunto es el precio, no la libertad. Algunos términos comunes como «piratería» implican opiniones con las que esperamos no concuerde. Véase un análisis sobre el uso de esos términos en nuestro artículo palabras y frases confusas que vale la pena evitar. También tenemos una lista de las traducciones correctas de «software libre» a varios idiomas.
Por último, tenga en cuenta que para interpretar criterios tales como los que se establecen en esta definición de software libre, se hace necesario un cuidadoso análisis. Para decidir si una licencia de software específica es una licencia de software libre, la evaluamos en base a estos criterios para determinar si concuerda tanto con el espíritu de los mismos como con la terminología precisa. Si una licencia incluye restricciones inaceptables, la rechazamos, aun cuando no hubiéramos anticipado el problema en estos criterios. A veces los requisitos de una licencia revelan una cuestión que hace necesaria una reflexión más profunda, incluyendo la discusión con un abogado, antes de que podamos decidir si el requisito es aceptable. Cuando llegamos a una conclusión sobre una nueva cuestión, solemos actualizar estos criterios para que resulte más fácil ver por qué una cierta licencia puede o no ser calificada como libre.
Si está interesado en saber si una licencia específica está calificada como licencia de software libre, consulte nuestra lista de licencias. Si la licencia que busca no está en la lista, puede consultarnos enviándonos un correo electrónico a <licensing@gnu.org>.
Si está considerando escribir una nueva licencia, por favor contacte a la FSF escribiendo a esa dirección. La proliferación de distintas licencias de software libre significa mayor esfuerzo por parte de los usuarios para entenderlas; podemos ayudarle a encontrar una licencia de software libre que ya exista y que satisfaga sus necesidades.
Si eso no fuera posible, si realmente necesita una nueva licencia, con nuestra ayuda puede asegurarse de que la licencia sea realmente una licencia de software libre y evitar varios problemas en la práctica.

Más allá del software

Los manuales de software deben ser libres por las mismas razones que el software debe ser libre, y porque de hecho los manuales son parte del software.
También tiene sentido aplicar los mismos argumentos a otros tipos de obras de uso práctico; es decir, obras que incorporen conocimiento útil, tal como publicaciones educativas y de referencia. La Wikipedia es el ejemplo más conocido.
Cualquier tipo de obra puede ser libre, y la definición de software libre se ha extendido a una definición de obras culturales libres aplicable a cualquier tipo de publicación.

¿Código abierto?

Otro grupo ha comenzado a usar el término «código abierto» (del inglés «open source») que significa algo parecido (pero no idéntico) a «software libre». Preferimos el término «software libre» porque una vez que ya se sabe que se refiere a la libertad y no al precio, evoca la idea de libertad. La palabra «abierto»nunca se refiere a la libertad.

fuente:http://www.gnu.org/philosophy/free-sw.es.html

viernes, 30 de octubre de 2015

HISTORIA DE LA IGLESIA




La historia de la iglesia, que abarca casi 2.000 años, constituye un tema que nadie sino sólo el Espíritu Santo de Dios puede recopilar. Los hechos en los que tal historia debería basarse sólo los conoce Aquel que, en humilde gracia, ha estado aquí en la tierra todo el tiempo manteniendo en la asamblea un testimonio de la verdad según la revelación de Dios. En medio de las glorias crecientes y menguantes de la iglesia, Él ha sido, por una parte, el dolorido Testigo de cada paso de alejamiento y de decadencia, y, por la otra, el Manantial interior de cada sentimiento espiritual en pos de Dios, y la Fuente vivificadora de cada fase de recuperación y avivamiento. Con precisión divina, Él ha evaluado lo que es de verdadero valor, al ser capaz de distinguir entre lo que es de Dios y lo que es del hombre.
Es la incapacidad de llevar esto a cabo, así como la imposibilidad de penetrar más allá de lo que el ojo puede ver o que el oído puede oír, la que ha limitado las actividades de todos los historiadores humanos.

Si se tiene presente esta importante reserva, se puede decir que se han hecho muchos excelentes intentos para registrar la historia pública de la iglesia, y en esto nos ayudan las mismas Sagradas Escrituras. Por ejemplo, J. N. Darby (refiriéndose a las cartas a las siete iglesias en Asia, que aparecen en Apocalipsis 2 y 3), dijo: «No me cabe duda de que esta serie de iglesias es de aplicación como historia al estado moral sucesivo de toda la iglesia: las cuatro primeras se refieren a la historia de la iglesia desde su primera decadencia hasta su actual condición bajo el Papado; las últimas tres son la historia del Protestantismo».

Este marco histórico dado por Dios ha permitido a piadosos historiadores seguir las varias fases a través de las que ha pasado la Iglesia de Dios; aunque está claro que las últimas cuatro fases corren simultáneamente. En estos discursos, la iglesia es contemplada en su posición de responsabilidad en el mundo, como testigo público de Cristo. Como tal, está sujeta a fracasos y consiguientemente cae bajo la reprensión de Cristo por su infidelidad.

Las persecuciones comenzaron el 64 d.C.

Es evidente, leyendo las epístolas de la Escritura, que la decadencia y el fracaso ya se habían introducido incluso en los tiempos de los apóstoles. No sólo Pablo tiene que decir en su segunda epístola a Timoteo que todos los de Asia lo habían abandonado, sino que el Señor, dirigiéndose al ángel de la asamblea de Éfeso —la primera de las siete— dice: «Has dejado tu primer amor». Esta decadencia fue seguida poco después por un tiempo de intensa persecución. Comenzó en el reinado de Nerón y por su instigación, y prosiguió durante casi tres siglos. Es destacable que durante este período la historia ha registrado diezpersecuciones generales distintas, lo que puede tener que ver con la palabra del Señor a la segunda asamblea — Esmirna:«Tendréis tribulación por diez días».
Se puede también hacer referencia de pasada al temprano cumplimiento de la palabra del Señor acerca de la destrucción de Jerusalén. El 70 d.C. la ciudad fue devastada por el general romano Tito, y se ha dicho que más de un millón de personas murieron en el asedio y en la terrible guerra civil que al mismo tiempo estaba desatada dentro de sus murallas.
Es innecesario en una sinopsis como esta entrar en los detalles de las diez primeras persecuciones o registrar la larga historia de los mártires cuya sangre sirvió para regar la simiente del evangelio. Hombres y mujeres, viejos y jóvenes, sufrieron igualmente en muchas partes de Europa y Asia. Además de la mayoría de los apóstoles y de otros hombres de Dios mencionados en las Escrituras, como Timoteo, destacan de manera preeminente los nombres de Ignacio, Policarpo, Justino y Perpetua entre los muchos cuya fidelidad inalterable a Cristo les procuró la palma del martirio. Una y otra vez, con terrible ferocidad, se descargaron los poderes del infierno contra la iglesia, pero ésta prosperó en medio de la persecución, y, en lo principal, los períodos de calma que hubo entre las tormentas dieron evidencia de la expansión del evangelio. Los esfuerzos por aniquilarlo fueron terribles e implacables, pero las puertas del infierno no iban a prevalecer, y muchos miles de almas que habían estado buscando en vano descanso para sus corazones en las mitologías de Roma y de Egipto se declararon seguidores gustosos de Cristo.

Decadencia en aumento de la iglesia

Sin embargo, fue tras una persecución de aproximadamente doscientos años que los elementos de decadencia y alejamiento de la verdad comenzaron a profundizar en la iglesia, y la fidelidad de los mártires resplandeció tanto más sobre el oscuro fondo de la decadencia de la gloria de la iglesia. La causa de la decadencia —y en verdad podríamos decir que la causa de toda decadencia— residía en el hecho de que la iglesia había perdido de vista su puesto de santa separación del mundo. Su temprana simplicidad estaba volviéndose rápidamente cosa del pasado, y la mano del hombre estaba llevando a cabo ruinosos cambios en la dirección de sus asuntos.

Clero y laicos

Además, la distinción entre el clero y los laicos —largo tiempo sugerida por los principios del judaísmo— estaba surtiendo sus malos efectos en la iglesia. Los obispos y diáconos vinieron a ser una orden sagrada, y, en contra de todas las enseñanzas de las Escrituras, se les comenzó a dar un lugar preeminente. Los acontecimientos que condujeron al establecimiento de un orden sagrado dentro de la iglesia son considerados aquí, para que el lector pueda ver los comienzos de lo que ahora se ha desarrollado como un vasto sistema jerárquico. Los apóstoles establecieron ancianos —dando sin dudas su reconocimiento formal a aquellos que ya habían sido capacitados por el Espíritu de Dios; pero después que los apóstoles hubieron muerto, los supervisores [episkopoi, u obispos], que habían sido designados por los apóstoles para llevar a cabo una obra necesaria, y no meramente para tener una posición oficial, comenzaron a arrogarse para sí mismos el derecho exclusivo de enseñar y de administrar la Cena del Señor. Así, a comienzos del siglo segundo, ya existían en Asia Menor los tres cargos permanentes de obispo, presbítero y diácono. Al transcurrir el tiempo, estos hombres fueron asumiendo más y más de control y liderazgo sobre la iglesia y sus actividades, y los miembros ordinarios de la asamblea fueron reducidos a la posición de someterse a este control. Así, algo que era al principio una cosa más o menos informal y temporal se desarrolló a cargos fijos y permanentes. Entonces lo que llego a ser la base de la autoridad fue no la capacitación continuada por el Espíritu Santo, sino la posesión de un oficio eclesiástico.
Ignacio, ya a principios del siglo segundo, combinó las dos ideas de unión con Cristo como condición necesaria para la salvación, y de la iglesia como cuerpo de Cristo, y enseñó que nadie podía ser salvo a no ser que fuera miembro de la iglesia. Estrechamente relacionados con esta idea de que la iglesia era la única arca de salvación había los sacramentos, o medios de gracia, de los que el bautismo y la Eucaristía eran los dos ejemplos destacados. En relación con estos sacramentos surgió también la teoría del sacerdotalismo clerical: esto es, que los sacramentos sólo podían ser celebrados o administrados por hombres ordenados de manera regular para este propósito. Así el clero, en distinción a los laicos, vino a constituirse en un sacerdocio oficial, y a éstos se los hizo depender enteramente del clero para conseguir la gracia sacramental sin la que, según se enseñaba, no había salvación. Aunque Ignacio había negado la validez de la Eucaristía administrada con independencia del obispo, fue Cipriano de Cartago quien, posiblemente no por designio, fue finalmente el campeón de la causa episcopal.

Una vez quedó establecida la distinción entre el clero y los laicos, vemos una multiplicación de los oficios de la iglesia y la introducción de otros que nunca fueron contemplados en la Escritura. Estas actuaciones pueden haber servido para lograr un orden externo en la iglesia —y la verdad es que la necesidad del mismo fue de manera principal la causa de estas innovaciones— pero reprimieron la libre expresión de la vida espiritual y de la fe, y negaron el principio fundamental del cristianismo: que «hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos.»

El inevitable resultado de todo esto fue que el Espíritu Santo dejó de recibir el puesto que le correspondía de derecho en la iglesia. Los obispos cristianos estaban aceptando puestos en la corte y buscaban recibir la gloria del mundo, mientras que comenzaban a aparecer ostentosos templos para la exhibición de la religión cristiana. Cosa más grave todavía, los cristianos pronto invitaron la intervención del poder civil en los asuntos de la iglesia, y lenta pero seguramente comenzó a hacerse más evidente el fatal vínculo con el mundo.

La décima persecución, el 303 d.C.
La décima y final persecución bajo la cruel mano de Diocleciano fue indudablemente la más asoladora de todas. Todo el poder del Imperio Romano se combinó en un esfuerzo desesperado, no sólo para suprimir totalmente las Escrituras, sino para exterminar todo rastro de cristianismo de la tierra. Este terrible y definitivo conflicto entre el paganismo y el cristianismo, aunque añadió nuevos capítulos de gloria a los registros de los mártires, que iban aumentando, no llegó a impedir la germinación de las semillas de corrupción que se habían sembrado por la vinculación con el mundo.

Constantino el Grande

Así, es quizá comprensible que Satanás escogiera este momento para cambiar su forma de ataque, y a comienzos del siglo cuarto empezó el período eclesial de Pérgamo, en el que el león se transformó en serpiente, y en el que los adversarios de fuera dieron lugar a los seductores desde dentro. Constantino el Grande era en esta época el César de Roma, y se mostró abiertamente como protector de la nueva religión —hecho tan significativo como inesperado. Naturalmente, lo que siguió fue que la posición de los cristianos pasó inmediatamente de una de intensa persecución a otra de supremo favor; y ello hasta el punto en que se veía al mismo Emperador de Roma presidiendo los concilios de la iglesia.

La unión de la Iglesia y el Estado, 313 d.C.

Pronto se hizo sentir el pernicioso efecto de esta primera unión entre la Iglesia y el Estado. Constantino no aceptaba otra autoridad más que la suya, y recurría a medidas violentas para hacerla obedecer. Se puede dar un ejemplo de esto. Un hereje destacado, llamado Arrio, expuso un credo religioso que negaba la deidad de Cristo. Enseñaba él que el Señor había sido creado por Dios como todos los otros seres, y que, consiguientemente, no era coeterno con Dios. Los obispos cristianos denunciaron esta doctrina, con razón, como una horrible blasfemia; Arrio y sus seguidores fueron excomulgados por la iglesia, y la posesión y difusión de sus escritos fueron declaradas pecados capitales. En cambio, Constantino consideró la herejía una mera minucia, y ordenó promulgar un edicto imperial mandando que los herejes excomulgados fueran restaurados a la comunión de la iglesia. Fue Atanasio, obispo de Alejandría, el que discernió el verdadero peligro en las enseñanzas de Arrio, y se resistió firmemente a esta intervención. Estaba totalmente dispuesto a resistirse a la orden del emperador y a sufrir persecución y destierro por su defensa de esta gran verdad central del cristianismo: la deidad del Señor Jesús. En el Concilio de Nicea, en el año 325, la deidad de Cristo recibió sanción oficial, y fue formalmente enunciada en el original Credo Niceno.

lunes, 26 de octubre de 2015

Clasificación de las especies en Reinos





Son tantas las especies que habitan la Tierra que los científicos poseen la certeza de que, a pesar de los avances y estudios realizados, aún no se conocen todos los organismos animales y vegetales que habitan nuestro planeta.
Uno de los objetivos principales de los observadores del mundo natural, desde mucho antes de la época de Aristóteles, ha sido percibir el orden en la diversidad de la vida. Una manera de lograr el orden es por medio de la taxonomía, que es la clasificación de los organismos.
La taxonomía de los organismos es un sistema jerárquico, o sea, consiste en grupos dentro de grupos, clasificándose cada grupo en un nivel particular. En este sistema, cada grupo particular se llama taxón y el nivel que se le asigna se llama categoría.
Los organismos vivos se han clasificado en cinco grupos o reinos principales: Monera,Protista, Fungi (hongos), Plantae (plantas) y Animalia (Animales).
En cada reino se establecen categorías para dividir a los organismos en grupos, según sus diferencias y similitudes, y también tratando de  reflejar su historia evolutiva a lo largo de los años. Así, las especies se agrupan en géneros, los géneros en familias, las familias enórdenes, los órdenes en clases y las clases en fila (plural para la categoría filum) odivisiones (las categorías división y filum son equivalentes).
El vocablo división se usa generalmente en la clasificación de los procariontes, algas, hongos y plantas, mientras que  filum se usa en la clasificación de protozoarios y animales. Estas categorías pueden subdividirse más o agruparse en un número de categorías menos frecuentemente empleadas, como subfilum o superfamilia.
Para la mayoría de nosotros, animal significa mamífero. Sin embargo, los mamíferos o aun los vertebrados en conjunto (peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos) representan sólo una pequeña fracción del reino animal. Se han descrito más de 1,5 millones de especies de diferentes animales, de las cuales más de un 95% son invertebrados, o sea, animales sin vértebras.
A modo de ejemplo veamos la clasificación del ser humano (Homo sapiens): esta especie pertenece al Reino Animal, que son organismos multicelulares que requieren de sustancias orgánicas complejas para alimentarse y que obtienen habitualmente de su alimento. Dentro de este reino, se clasifican en el Filum Cordados, Subfilum Vertebrados. Estos últimos son animales con una médula espinal encerrada en una columna vertebral, el cuerpo segmentado básicamente y el cráneo contiene el cerebro. Dentro de los vertebrados se agrupan en la Superclase Tetrápodos (vertebrados terrestres con cuatro extremidades), Clase Mamíferos, cuyas características principales son que las crías se nutren mediante glándulas productoras de leche, la piel tiene pelo y tienen la temperatura corporal elevada. Dentro de los mamíferos, pertenecen al Orden Primates, y dentro de este orden, a la Familia Homínidos, que son animales con cara plana, ojos orientados hacia adelante, visión de colores, locomoción erguida y bípeda. Dentro de los homínidos, pertenecen al Género Homo (cerebro grande, lenguaje y niñez prolongada), y dentro de este género, a la especie Homo sapiens, cuyas características son mentón prominente, frente alta y pelo corporal escaso.
El sistema de clasificación jerárquica permite generalizar. Nótese de qué forma la clasificación de un animal como un mamífero representa una gran cantidad de información. Nótese también que descendiendo de reino a especie aumentan los detalles porque se procede de lo general a lo particular. Resumiendo, la clasificación jerárquica es un medio muy útil de almacenar y proporcionar información.


lunes, 19 de octubre de 2015

Formación del planeta Tierra





El Planeta Tierra es parte de un sistema planetario denominado Sistema Solar. Así, el origen de cada uno de los planetas que forman este sistema debe relacionarse con algunos eventos de trascendencia mayor.
Para explicar fenómenos de tanta envergadura como el origen del Sistema Solar o de cada uno de los planetas, siempre se encuentran hipótesis (afirmaciones basadas en conocimiento previo que explican un fenómeno) alternativas.
Una de las hipótesis más aceptadas sobre el origen del. Sistema Solar (sol y planetas) es la conocida teoría del Big-Bang o "hipótesis nebular".
En síntesis, y en forma muy simplificada, esta hipótesis sostiene que en "algún tiempo" anterior a unos 4.500 millones de años atrás el Sistema Solar en formación, no era sino que una "nebulosa" de polvo cósmico y gases. Dicha nebulosa se habría formado producto de la explosión (Big-Bang) de una supernova (técnicamente una supernova ocurre cuando una estrella particular quema su material nuclear, de modo que su fuerza gravitacional deja de ser balanceada por la energía nuclear).
Es posible que el inicio del Sistema Solar haya ocurrido a continuación de tal explosión (el planeta Tierra es, así, uno de los productos de la muerte de una gran estrella).
Habiéndose formado la "nebulosa" producto de la explosión del Big-Bang, necesariamente se inicia un proceso de contracción del polvo cósmico y gases, producto de la fuerza gravitacional de las partículas. Así, es posible pensar que comienza la formación de "masas centrales" o nacimiento del Sistema Solar y de los planetas.
Formación de la Vida
Los primeros seres vivos aparecidos en ese planeta Tierra así formado fueron organismos procariontes (no contienen membranas internas que separen al núcleo del citoplasma) durante una época primitiva (4.600 a 2.600 millones de años atrás) de la tierra cuando la atmósfera no tenía oxígeno o cuando la concentración de éste era muy reducida.
Los eucariones (tienen separado el núcleo del citoplasma) se originaron de algún tipo de procarionte durante un tiempo (2.500 millones de años atrás) en el que el contenido de oxígeno de la atmósfera era alto y estable.
Hacia el Pre-cámbrico temprano, 3.000 millones de años atrás se deben haber encontrado las primeras células vivas. Presumiblemente eran pequeñas, esferoidales, anaeróbicas y procariontes. Probablemente fueron organismos similares a las bacterias del tipo clostridium que vivían en ambientes acuáticos rodeados de moléculas orgánicas que facilitan los procesos de fermentación. No existen fósiles por razones obvias: La atmósfera no poseía capa de ozono y a la tierra llegaba una gran cantidad de radiación solar ultravioleta.
Hacia 670 millones de años atrás se encuentran los primeros fósiles de animales que corresponden a animales de cuerpos blandos (gusanos).

Fuente: http://www.profesorenlinea.cl/geografiagral/TierraFormacion.htm

martes, 6 de octubre de 2015

Globalización digital


 La tecnología sola no produjo la globalización; pero sin la tecnología nunca hubiera sucedido

La globalización es un fenómeno comercial y económico causado, en parte, por la tecnología digital. Si bien la tecnología por sí sola no produjo la globalización, sin la tecnología la globalización nunca hubiera sucedido.
En 1997 Frances Cairncross, entonces editora gerencial del Economistpublicó “La muerte de la distancia” en que evalúa el impacto del vertiginoso desarrollo de las telecomunicaciones en la sociedad y la economía. La velocidad de desarrollo de la tecnología no siempre va de la mano con la velocidad con que sucede su impacto en la sociedad. Durante la burbuja de Internet se sobrestimó, por mucho, la rentabilidad inmediata de las nuevas tecnologías, mas no así su impacto de largo plazo.

La tercera revolución. Internet es la tercera revolución del costo transporte. La primera siendo la revolución del costo del transporte de carga que sucedió en el siglo 19 con el invento del vapor y el ferrocarril. Durante el siglo XX se revolucionó el costo del transporte de personas con el invento del automóvil y del avión. En este siglo estamos viviendo la revolución del costo del transporte de ideas y conocimiento. Hoy en día el costo marginal de transportar datos (sean estos voz, texto o imágenes) un kilómetro extra es, efectivamente, cero. Al igual que las otras dos revoluciones, la muerte de la distancia tendrá un efecto democratizador (más gente tendrá acceso, a más bienes y servicios, a un mejor precio).
La revolución de las telecomunicaciones reduce la tiranía de la geografía, mas no la elimina totalmente, por lo menos no todavía. Los bienes raíces en ciertos lugares del mundo, como Silicon Valley, siguen siendo ridículamente caros. La gente sigue queriendo vivir en Londres, París y Nueva York. El contacto y la interacción entre los seres humanos es ahora, como siempre, importante y valioso. La muerte de la distancia nos ofrece alternativas al desplazamiento físico que nos hacen más eficientes y productivos. No es que vayamos a dejar de desplazarnos, es que nos desplazaremos menos y podremos escoger mejor cuándo y cómo hacerlo.
La globalización facilitada por Internet ha aumentado la competencia en casi todos los sectores de la economía, en diferentes grados. La competencia no solo traspasa fronteras, sino también traspasa industrias. Ejemplos de esto son: Google en publicidad (algunos creían que era una empresa de soft-ware ), Zopa en intermediación financiera, Facebook en reclutamiento de personal y Craigslist en anuncios clasificados. El sector de servicios, que representa el 70% del PIB mundial, se ha visto impactado más rápido por la competencia que trae la globalización, pero eso no significa que otros sectores se encuentran inmunes. La mayor competencia genera menores precios y mayor producción, es decir mayor bienestar para más gente.
Mejora de servicios. Los servicios públicos, son los que mayor bienestar pueden traer a la población ya que impactan a más gente. Sin embargo estos han sido notoriamente lentos en cambiar, posiblemente debido a la naturaleza monopolística que han tenido. La potestad que tienen los ciudadanos de la Unión Europea de poder escoger dónde vivir y trabajar, ha demostrado ser un fuerte estímulo a la digitalización de los servicios públicos, ya que se ha eliminado, por lo menos en parte, la naturaleza monopolística del Estado.

En lugares democráticos en los que los ciudadanos no pueden escoger dónde vivir y trabajar, la utilización de la tecnología digital para mejorar los servicios públicos se ha visto acelerada por los potenciales réditos políticos inherentes en mejorar los servicios públicos. La mejora de los servicios públicos, en lugares no democráticos, lamentablemente, podría tomar más tiempo.

sábado, 29 de agosto de 2015

¿QUÉ ES EDMODO Y PARA QUÉ SIRVE?




La web 2.0 cambió las formas de comunicarse, relacionarse, informarse y la educación no podía mantenerse al margen de dichos cambios.
Edmodo es una plataforma social privada para Educación que permite crear un espacio virtual de comunicación en el aula y fuera de ella con el alumnado, profesorado y familias.  
En ella se pueden compartir archivos, mensajes, enlaces, calendario de trabajo, tareas, actividades... que se pueden gestionar desde la propia plataforma.

Se trata de un servicio gratuito muy adecuado para el alumnado del tercer ciclo de Primaria. Sus páginas son privadas de forma predeterminada, es decir, la información sólo es accesible para los que ingresan con su nombre de usuario y contraseña. 




Tambien se puede decir que Edmodo es una aplicación cuyo objetivo principal es permitir la comunicación entre profesores y alumnos. Se trata de un servicio de redes sociales basado en el microblogging creado para su uso específico en educación que proporciona al docente de un espacio virtual privado en el que se pueden compartir mensajes, archivos y enlaces, un calendario de aula, así como proponer tareas y actividades y gestionarlas.
Fue creada en el año 2008 por Jeff O'Hara y Nic Borg, aunque hace unos años fue adquirida por Revolution Learning. El proyecto se encuentra disponible en Español y en 7 idiomas más, estando accesible desde la URL www.edmodo.com
Esta disponible para toda la comunidad educativa de manera gratuita, no existiendo cuentas premium. Es decir, la funcionalidad de la aplicación es plena para su versión gratuita. De momento, no se conocen intenciones de convertirlo en un producto de pago.
Además se trata de un proyecto "muy vivo" que está en constante mejora por parte del equipo que se encarga de su desarrollo, sorprendiéndonos puntualmente con interesantes mejoras en sus funcionalidades.

lunes, 27 de julio de 2015

La Tecnología Educativa






La tecnología es el conjunto de saberes, conocimientos, experiencias, habilidades y técnicas a través de las cuales nosotros los seres humanos cambiamos, trasformamos y utilizamos nuestro entorno con el objetivo de crear herramientas, máquinas, productos y servicios que satisfagan nuestras necesidades y deseos. Etimológicamente la palabra tecnología proviene del griego tekne (técnica) y logos (conocimiento)
El origen de la tecnología data de la edad de piedra, cuando nuestros ancestros descubrieron la existencia en la naturaleza de una serie de piedras (sílex, cuarzo, obsidiana....) extraordinariamente duras las cuales podían moldear y afilar, este descubrimiento junto con la experiencia desarrollada para afilarlas, les permitió fabricar los primeros cuchillos, hachas y herramientas de corte las cuales les facilitaba las labores de caza asegurándose una ración de comida diaria.

Se denomina tecnología educativa al conjunto de conocimientos, aplicaciones y dispositivos que permiten la aplicación de las herramientas tecnológicas en el ámbito de la educación. Dicho de otro modo: se trata de la solución de problemas educativos mediante el uso de la tecnología de la información.
Gracias a la tecnología educativa, los docentes pueden planificar el proceso de aprendizaje y optimizar la tarea de enseñanza. Esto es posible gracias al uso de recursos técnicos, como computadora (ordenadores), televisores, etc.



La tecnología educativa no es nueva: hace varias décadas que se aplica en las escuelas y los centros educativos en general. Cuando un docente proyecta un documental o utiliza una pantalla para exhibir presentaciones antes sus alumnos, está aprovechando la tecnología educativa. El método se potenció, de todas formas, a partir del auge de la informática y del mundo digital.

El modo de implementación de la tecnología educativa también fue cambiando con los años. En un principio, las instituciones solían contar con un laboratorio, aula o gabinete especializado en informática, con computadoras y otros equipos tecnológicos. Luego las computadoras se volvieron portátiles y empezaron a integrarse en los salones de uso cotidiano. Actualmente la tecnología educativa incluso ingresa en la casa de los alumnos a través de Internet.



Podemos encontrar el uso de tecnología educativa en diferentes etapas del proceso de educación. Supongamos que un docente proyecta una película educativa en el salón. Luego entrega un DVD a cada estudiante con mayor información. El educador finalmente les pide a los alumnos que realicen un trabajo práctico sobre lo visto, el cual deben publicarlo en un sitio web. Todas estas actividades pueden desarrollarse gracias a la aplicación de la tecnología educativa.

martes, 14 de julio de 2015

¿QUE ES LA BRECHA DIGITAL?









La brecha digital se define como la separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países…) que utilizan las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) como una parte rutinaria de su vida diaria y aquellas que no tienen acceso a las mismas y que aunque las tengan no saben cómo utilizarlas.
También este término hace referencia a la desigualdad entre las personas que pueden tener acceso o conocimiento en relación a las nuevas tecnologías y las que no.
Las desigualdades se producen tanto en el acceso a equipamientos (primera brecha digital) como en la utilización y la comprensión de las que ya se encuentran a nuestro alcance (segunda brecha digital).
Dichas desigualdades  se dan entre personas que, aún teniendo acceso formal a Internet, se insertan en la red de manera más precaria. Como lo señalan ambas definiciones, se alude entonces a las diferencias en el acceso y uso de las TICs que tienen distintos grupos de la población.

¿Cuáles son las causas de este fenómeno social?

Una de las causas de la brecha digital puede ser debido al tema económico, por ejemplo, en una misma localidad puede haber zonas más favorecidas que otras donde tienen acceso a Internet en los centros escolares y ordenadores para trabajar en las aulas, y estos niños cuando llegan a su casa disponen de una computadora porque su familia se lo puede permitir, sin embargo, en esta misma ciudad puede existir también barrios con menos nivel económico, donde los centros escolares que se encuentran en esta zona no tienen recursos suficientes para invertir en TIC, y estos niños cuando llegan a su casa tampoco disponen de ellos.
Otras de las causas también están relacionadas con el tema económico, porque los precios de las tecnologías están muy elevados y estos varían de un país a otro, y no están al alcance de todo el mundo.

¿Cuáles son las consecuencias?

Las posibles consecuencias de la brecha digital o desigualdad informática es el analfabetismo digital en los colegios porque hay diferencias de recursos tecnológicos entre los colegios privados y los públicos. Los centros privados tienen suficiente material tecnológico para fomentar la digitalización y mejorar la calidad de enseñanza-aprendizaje, y los colegios públicos no.

Otra consecuencia puede relacionarse con el ámbito laboral porque aquellos que tengan conocimientos informáticos, estarán más aceptados en los puestos de trabajos.

Las soluciones para disminuir la brecha digital podría ser tratar por igual a los distintos niveles sociales, respecto alas TIC, añadir una nueva asignatura relacionada con la tecnología informática en los centros educativos para que los alumnos no sean analfabetos digitales, proveer a estos centros de material tecnológico e informar a los docentes de cómo manejar las TIC.



Ahora te toca a ti: ELABORA UN BREVE PÁRRAFO DONDE EXPONGAS DE MANERA CLARA LAS POSIBLES SOLUCIONES PARA ACABAR CON LA DENOMINADA BRECHA DIGITAL EN TU ENTORNO O COMUNIDAD.


jueves, 9 de julio de 2015

Las empresas que más innovan son también las que más empleos crean






A contramano de la idea de que la innovación y la tecnología desplazan a la mano de obra, la primera Encuesta Nacional de Dinámica de Empleo e Innovación (ENDEI), muestra que las empresas más innovadoras crean más cantidad de empleos y con mayores salarios que aquellas que no innovan.

Los resultados del relevamiento,  que se realizó en más de tres mil industrias a lo largo del país, destacan que seis de cada 10 firmas realizaron actividades de innovación entre 2010 y 2012, y la inversión promedio en Investigación y Desarrollo fue del 1,37 por ciento de la facturación por ventas.

Entre los sectores más innovadores se cuentan la industria farmacéutica (84 por ciento de las compañías del rubro realizaron tareas de innovación), seguido por la industria química y petroquímica (75 por ciento), equipamiento electrónico (74 por ciento) y maquinaria y herramientas (71 por ciento). Las “menos innovadoras” fueron textil y confecciones (47 por ciento) y alimentos y bebidas (56 por ciento).

La encuesta mostró una correlación positiva entre el grado de innovación y la creación de nuevos empleos.  Las firmas innovadoras aumentaron su personal en un 11 por ciento, contra un 4 por ciento de las no innovadoras. Esta correlación fue más fuerte en las pequeñas y medianas empresas (con tasas de creación de empleo del 14 y 9 por ciento respectivamente, frente a un 7 por ciento de las empresas grandes que innovaron). El salario promedio también fue mayor en aquellas compañías y sectores más intensivos en innovación.

Los resultados de esta encuesta nacional, que involucró la participación de los ministerios de Ciencia y de Trabajo, se presentaron el martes 7 en la Biblioteca Nacional con la presencia de los titulares de cada cartera. “La discusión sobre si la Ciencia y la Tecnología generan o desplazan empleo está permitida. Hoy se sabe que la innovación genera mejor empleo, de calidad”, destacó el ministro Carlos Tomada. “Un ejemplo es el software, cuya demanda laboral aumentó un 274 por ciento”.

A su turno, el ministro de Ciencia, Lino Barañao, destacó: “Nuestra misión es modificar la matriz productiva de la Argentina hacia sectores más intensivos en conocimiento y valor agregado, porque son los que más y mejor empleo generan. Un estudio de la Universidad de Oxford en 2013 sobre 702 actividades, concluyó que casi el 50 por ciento de ellas serán robotizadas en las próximas dos décadas, y otro estudio del MIT (Massachussets Insitute of Technology), comparó el PBI per cápita y el coeficiente de Gini (que mide la desigualdad de los ingresos) en diferentes países, y mostró que aquellos dedicados a actividades con menor valor agregado, eran también más desiguales. Por eso, a la hora de impulsar la producción, no da lo mismo un sector que otro. Con los datos de esta encuesta, el Estado tiene un panorama de hacia dónde volcar sus esfuerzos: hacia las Empresas de Base Tecnológica y la llamada Economía del Conocimiento”, afirmó el ministro y hombre de Ciencia. 

Fuente: http://www.infotechnology.com/comunidad/Las-empresas-que-mas-innovan-son-tambien-las-que-mas-empleos-crean--20150708-0002.html